RONDA, "Rotunda, profunda"
RONDA "Rotunda, profunda" TEXTO Y FOTOGRAFÍAS: Juanjo Pardo Mora El Tajo de Ronda. C ual viajero romántico del siglo XVIII, una manera algo “novelesca” de llegar al pintoresco pueblo malagueño de Ronda sería desde la Sierra de las Nieves al alba, surcando las aguas del río Guadalevín. Con la paciencia que dan los milenios, estas aguas han esculpido la forma de ser de todo un pueblo y partido en dos a toda una sierra. El Tajo (que así se llama al desfiladero creado por el río), sus más de cien metros de profundidad, y las leyendas que los rondeños cuentan sobre aquella garganta, son razones suficientes para que cualquier escritor se deje llevar por la corriente… creativa. Desde el Puente Nuevo, el poeta gaditano José María Pemán diría: “El Tajo no tiene compromiso con los guías. Uno se asoma a él y puede encontrar en el fondo miedo, vaticinios, oraciones o versos”. Al sur del viaducto se extiende la ciudad antigua, la medieval, la de los baños árabes, l...